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Mostrando entradas de abril, 2020

Cosmogonía

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Y se levanta la joven Aurora del lecho donde lo antiguo la mantenía oculta, y con ella llega la nueva generación de dioses ruidosos y en plenitud. Las fuerzas primitivas, en ese estado larval, eran incapaces de adaptarse al nuevo ritmo de la existencia. Después de algunas disputas cuyos detalles no son relevantes aquí, Tiamat, el monstruo primordial del caos, paradójicamente invocando a la vida y la maternidad en un nombre que rebosa de ira contra lo que es renovador, decide suprimir a su descendencia. Al darse cuenta de las intenciones matricidas de ese monstruo, los dioses jóvenes imploran protección a Marduk, quien preside la justicia, el orden y el buen gobierno. Los dioses, refugiados en las estrellas como pequeños cervatos temblorosos y temerosos, enfrían el sudor del miedo y beben inmensas copas de vino para calmar la sed de angustia, mientras los dos oponentes se enfrentan en un singular combate. ¿Te das cuenta de tu irracionalidad al querer deshacerte de tu descendencia, tu

En el principio...

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En el principio, el caos líquido era una masa indiferenciada que representaba la infinidad de lo posible. Era el contenedor de todo lo aparente, lo inestable y el germen de los gérmenes. En él cabían todas las promesas de engrandecimiento, pero también la amenaza de desolación y destrucción de lo establecido. Sin embargo, la tierra, inerte y vacía, se unió en una forma con el cielo, cubriendo la superficie del abismo. Estas entidades surgieron a partir de la separación de los elementos del magma primitivo, en un intento por alcanzar la individualidad. Esta falta de procreación en los primeros dioses, la ausencia del verbo "parir" y la utilización del término "surgir", representa la impersonalidad de las fuerzas primigenias.

Enlil

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La efusión de una hora deliciosa sobreviene de improviso en un momento en el que no existe ni noche ni día, justo en ese silencio embriagador donde las aguas del mar, los ríos y la niebla se entremezclan, unificando un cuerpo y engendrando el sedimento que dará consistencia a este cosmos. El suelo y el lodo están presentes y serán ellos los que moldeen los dos horizontes limítrofes del orden que comienza: el cielo y la tierra, finalmente. Sin embargo, el pico de la montaña, cuya base se encuentra en la tierra, está impregnado del inmenso anhelo que despierta en el alma las primeras turbaciones del amor verdadero, y anhela alcanzar el cielo. Lo que aún no sabe es que este arrebato loco de amor genuino engendrará al hijo maldito de la separación: Enlil ha llegado y se ha investido como señor. "Separados los quiero a ambos", pronunció, "aunque debamos ser una triada unida, nunca más estarán juntos". Asustados por la violencia de los sentimientos que el acento de aquel

De pueblos ofendidos

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Mientras observaba de fondo las profundidades marinas con aquella temprana neblina y el mar espumoso, el embajador egipcio se acercó y se sentó junto al príncipe fenicio, preguntándole: ¿Qué tristeza ha invadido tu ser? No la ocultes en tu interior. El príncipe fenicio, soltando un profundo suspiro, respondió: Ya lo sabes, ¿por qué tendría que contártelo si lo sabes todo? La sabiduría ha salido de Egipto para llegar a mi país, nuestro conocimiento no es auténtico ni original, y por lo tanto, no es elevado. Es simplemente una copia de una cultura antigua que es la tuya. Sus ojos reflejaron la amargura de los pueblos ofendidos por no ser los primeros. El embajador se dio cuenta de su estado, entre la melancolía y la cólera. Es evidente la influencia egipcia en la sabiduría bíblica, y las máximas egipcias reflejan también la sabiduría ecléctica de nuestro querido Hesíodo... Por eso, la filosofía primitiva de los primeros griegos no puede negar su influencia directa de Egipto, a pesar d

Sisobek y Ptahhotep

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Sisobek desempeñaba un cargo esencial entre nosotros y disfrutaba de ese papel con pasión. Tanto era su amor por ello que no habría podido vivir sin él. Sin embargo, apenas se preocupaba por las contingencias cotidianas ni le obsesionaba el éxito terrenal. Lo que realmente le interesaba era la psicología pura. Disertaba teóricamente sobre la vida y la muerte, la felicidad y la desgracia. Sisobek no necesitaba complicarse demasiado, siempre hablaba bajo un manto tradicional, utilizando términos tales para promover el desapego. La combinación de angustia nihilista y el deseo de encontrar la serenidad a cualquier precio lo diferenciaba claramente de Ptahhotep. Para él, su tranquilo oportunismo era suficiente, y practicando el Mâat buscaba vivir honorablemente. Sin embargo, la lealtad y la legalidad pierden todo su sentido en tiempos de anarquía, donde resulta imposible para un pensador encontrar a alguien con quien hablar, e incluso el sabio no se encuentra a sí mismo. Incapaz de compren

Mâat

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Eres la pluma que en el día del juicio puede inclinar uno de los platillos de la balanza; ligera y delicada, tu peso liviano es suficiente para romper el equilibrio de una justicia universal. Maât, no debemos considerarte solo como una norma abstracta, pues eres una fuerza tangible, eres la armonía que Ra introdujo en la creación, un principio activo que destruye a sus enemigos... Decir Maât implica ir más allá de una simple adhesión al Derecho divino y real, más bien eres la correspondencia con el orden cósmico.

Ciclo

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Cólera funesta de un dolor infinito gesta dentro de sí un sol encumbrado, que sale impetuoso cada mañana para convertirse en el ojo benigno del cielo protector omnipotente. Sin embargo, cada noche desempeña el papel de un cuerpo carnal de un astro muerto que desciende al reino de los muertos, llevando consigo a hombres dispuestos a obedecer su mandato, ya sea para salir en expediciones o para enfrentarse violentamente a guerreros enemigos. Si alguno, impulsado por su ánimo, intenta escapar, este sol no duda en asesinarlo. Su luz también guía a las almas a través de regiones infernales y las devuelve al día siguiente, al contacto con la serpiente de la eternidad, arrastrándolas hacia una nueva existencia, representada por el escarabajo, símbolo del Kheper. Es la precisión de la vida.

Nueva vez

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Cada día se constituye de nuevo. Las tinieblas representan la inmersión de aquel sol envejecido en el oscuro océano primordial. Cada día, el disco de fuego surge rejuvenecido, a pesar de una dura batalla contra fuerzas rebeldes durante toda la noche. Así ha sido desde los primeros tiempos del mundo. Esta magia no es más que el descanso reparador, el despertar triunfante, la defensa y la alimentación del nuevo y viejo Dios.

El corazón y la lengua

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El corazón gobierna el cuerpo, pero la lengua reside en la boca de Dios, del hombre, del animal. El corazón concibe, la lengua decreta todo lo que el primero anhela. Los dientes son divinos, los labios de la boca que pronuncian todo lo que existe, y el origen es este corazón, el cual otorga todo conocimiento. Así obtenemos toda técnica, todo arte, que ejecuta esta armonía en todas las cosas.

Kheper Dorado

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Es necesario considerar todo no como un conjunto de objetos en el espacio, sino como una mezcla de actos independientes. Los antiguos egipcios lo denominaron Num, el Génesis del mundo, emergiendo del seno de un océano primordial, sin padre ni madre, y justo allí nació la idea misma de existencia, el "kheper dorado" de sí mismo. De ti proviene la vida, de ti los dioses, de ti los hombres. Aunque más tarde, los seres posteriores cambiaran tu nombre a Ra, seguías siendo ese dios supremo, fuente de calor y luz, transformando a los demás seres primigenios en creaciones y emanaciones del señor universal, de ti, existencia furtiva, dinámica de un Dios dominante.

Diversidad de Aproximación

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Fastidiado por la incongruencia de un pasado egipcio incomprensible para él, toma la dosis preparada de Belladona que le ha dado una extraña mujer con la que se encontró aquella noche. Entra a su habitación con el rostro relajado, se acuesta boca arriba con la boca entreabierta, luego cierra los ojos y se queda dormido. Los oscuros recovecos de la noche y los sueños que solían perturbar el descanso del hombre con pesadillas siniestras lo atrapan. Se da cuenta de que ha descendido a una caverna profunda. En ese lugar, se encuentra con un humilde egipcio de épocas pasadas, y aunque parece asustado, lo observa llegar sin sorpresa ni alarma. Él pregunta qué está pasando, pero el egipcio se arrodilla ante una roca, negándole la respuesta. Levanta las manos y él puede sentir el miedo que lo embarga. Le inquieta quedarse allí dentro, pero le aterroriza aún más el camino de regreso a la superficie. De todos modos, ha descendido tanto que ya no recuerda dónde está la salida. El egipcio rezan

Semblanza

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Ahora llegaba el momento de aquel asesinato, quizás premeditado, aunque definitivamente impulsivo. Permanecería obsesionado con ello; levantaría el puñal, cuyo mango ya tenía en el bolsillo, y lo dirigiría hacia él. No es probable que se sorprendan por lo fácil que resultó todo, pero quién sabe, no se puede saber. No tenía la intención de gritar, solo de mirarlo mientras pudiera.   ¿Y? - dijo.   ¡Es cierto, es cierto! No existía ningún filósofo antes de los griegos, pero ya el funcionario hierográmatico reflexionaba sobre los fundamentos teóricos del oficio. Físico y metafísico a la vez.   ¡Vamos, vamos, qué tontería!   En ese momento realmente logró enfadarme y le respondí.   ¡Imbécil! Esta noche es tan reveladora. Escucha bien: la gran culpa del pensador egipcio, que le impidió hacer filosofía, fue la forma en que se presentó: textos rituales, fórmulas funerarias, himnos, instrucciones, profecías y apologías del rey. Aunque este pensamiento faraónico sea el más refinado, a una soc